lunes, 31 de marzo de 2014

Vamos a llamarla Maria

Hoy he estado hablando con esa mujer maravillosa de la que ya he comentado algo en mi primer post y a la que llamaré María.
No sabía lo que echo de menos ese cuerpo maravilloso hasta que he empezado a hablar con ella. Bueno, no comente que esta mujer y yo lo dejamos porque ella se fue al extranjero, claro, como para no dejarlo, jajajaja.
Pues hoy me acaba de confirmar que vendrá en Semana Santa, y lo primero que se me ha pasado por la mente es que volveré a disfrutar ese momento mágico en que la poseo, porque yo a María no la follo, la poseo en el más estricto sentido de la palabra. No necesito ni atarla, ni dominarla, ni mostrar mi “superioridad masculina de macho dominante”, no necesito demostrar nada ni parecerlo,  simplemente la poseo y así lo siento, siento que es mía y que ese sexo húmedo esta así exclusivamente para que yo la pueda poseer con el mayor placer posible, que su boca está hecha para que mi miembros sienta cada movimiento de su lengua, que su garganta se ajusta perfectamente a mi glande y que su hermoso culo, grande y contundente es así únicamente por y para mí. Da igual que lo hayan disfrutado uno o miles de hombres, está ahí para mí y ella me lo hace saber sin verbalizarlo, sin decirme nada.
Porque lo mejor de esta relación pasada es que yo la siento mía y ella se siente mía, es una conexión especial, distinta a cualquier otra que haya podido tener con ninguna otra mujer, atemporal, da lo mismo que estos meses que no nos hemos visto nada más que una vez ella haya tenido una o mil experiencias o que yo haya tenido otras tantas, ella será siempre mía y lo sabe y yo lo sé. Es una “propiedad reciproca” y no hablo de matemáticas, ella sabe que es mía y también sabe al igual que yo, que yo soy suyo, lo uno implica lo otro indefectiblemente.
Nunca poseí a nadie como la he poseído a ella, sin estridencias, sin actuaciones, sin tener que hacer patente esa posesión de forma alguna, porque ella se sabe poseída y ese es su placer y yo siento esa posesión.
Por eso a ella no la follo, la poseo.

martes, 25 de marzo de 2014

Mis Requisitos como corneador

Después de haber contactado con mucha gente por correo, gente que ha leído este blog y como ya habéis visto en otros posts, creo necesario establecer que es exactamente lo que quiero o al menos, cuales son los mínimo exigibles para que me planteo al iniciar una aventura de este tipo.
Unas puntualizaciones antes de pasar a describirlos:
  1. Un primer punto a respetar por todos es el respeto mutuo, más allá del tipo de experiencia o relación al que se desee llegar, el respeto entre los integrantes de la experiencia debe ser exquisito, todos deben entender cuáles son los límites que no deben traspasarse. Por ejemplo ella debe sentirse la puta del macho, pero no una puta cualquiera.
  2. Siempre se respetarán los límites sexuales de cada integrante de la relación, estos deberán establecerse antes del comienzo de la relación de forma que sean conocidos por todos. Estos límites podrán variarse o reconsiderarse a petición de cualquiera de los integrantes y con el consentimiento de los implicados en su desarrollo.
  3. A estos puntos podrán añadirse otros bien desde el inicio o añadidos cuando la relación vaya avanzando a medida que se necesiten o se deseen. 
  4. En el caso de topar con una pareja novata consideraré que estos puntos no son de obligado cumplimiento inicialmente, aunque con el compromiso de la pareja de ir tendiendo a su cumplimiento paulatinamente. En cada caso hablaremos que puntos son de obligado cumplimiento desde el inicio y de cuales se irán incorporando paulatinamente.

Obligaciones del cornudo sumiso:
  • Debe ser, como digo, sumiso, debe ofrecerme a su mujer y renunciar a cualquier tipo de control sobre la sexualidad de esta, a partir del momento en que yo me erija en el macho alfa, le sustituiré en todo lo referente a la sexualidad de su mujer, el no podrá practicar sexo con ella salvo que yo lo autorice. 
  •  Será humillado continuamente, esto lo podré hacer yo o su mujer, las formas de humillación se tratarán entre todos a fin de que sean ajustadas a sus necesidades. Este punto es tan amplio que puede contemplar desde prácticas sexuales hasta humillación psicológica. Si hay un requisito que considero imprescindible, el cornudo deberá asumir que en diversas prácticas y encuentros que yo tenga con su mujer él no estará presente, o se le echara de la habitación o casa para que no asista al encuentro entre su  mujer y yo.
  • Como sumiso cumplirá mis órdenes sin rechistar y con total complacencia siempre que se encuentren encuadradas en el punto anterior. 
  • Un último punto: deberá disponer a su mujer tal y como yo le indique y será el responsable de llevarla allí donde yo le indique.
Respecto a la zorra sumisa:
·         A partir del momento en que tome posesión de mi categoría de macho corneador, pasaré a todos los efectos a ser considerado sexualmente como su marido, es decir, yo dispondré de su sexualidad a mi criterio.  Seré dueño de sus deseos y de su sexualidad, responsabilizándome que este cumplidamente atendida en este aspecto.
·         Mis derechos “sexuales” sobre ella no tendrán límite alguno, podre disponer de ella cuando, como y donde me plazca.
·         Podre ofrecérsela a quien considere oportuno o a quienes considere oportuno cuando, como y donde considere.
·         Aceptará de buen grado los deseos del macho corneador y los llevará a cabo según indicaciones de este.
·         En todo momento se someterá al corneador con la sumisión y obediencia debida, haciendo que este se sienta orgulloso de su zorra tanto en privado como delante de quien considere.
·         Será responsable junto con su marido de tomar las medidas necesarias de control de natalidad a fin de no quedar embarazada, a menos que se acuerde lo contrario.

Respecto al macho corneador:
·         Seré el responsable de hacer que en todo momento el se considere humillado y cornudo sumiso de la forma y con los limites que se estipulen en cada momento.
·         Seré el responsable de la sexualidad de la mujer, y como tal tomaré el control y dispondré de la misma con el fin de mantenerla atendida como corresponde y de exigirla lo necesario para que evolucione según mis gustos y deseos.
·         Seré el responsable de “emputecer” a la mujer de la forma que considere oportuno dentro de unos límites establecidos que se revisaran periódicamente.
·         Me responsabilizaré de que todas las relaciones sexuales con terceros se realicen con las debidas precauciones. Obviamente, las relaciones con el macho se realizarán sin protección alguna siendo el único que podre realizarlas de tal manera con la salvedad del cornudo cuando sea autorizado por el macho y con los límites que este le imponga.
·         Como punto final, me declaro heterosexual, es decir, en ningún momento contemplo la posibilidad de mantener relaciones sexuales con el cornudo directamente, aunque si es necesario, desarrollaré los recursos y fantasías suficientes y necesarias para que el cornudo se pueda sentir humillado sexualmente por el sexo opuesto.

Pues este es el catálogo de mínimos exigibles por mi parte, que debe ser completado con el de la pareja con la que comience esta relación.

lunes, 24 de marzo de 2014

Puntualizando

Lo cierto  es que este blog se creó con la idea de hacer ver quién era yo, que quería, mis inquietudes acerca de lo que para un neófito como yo significaba una experiencia como la que comento o trato de vivir.

Una de las cosas que suelo hacer con aquellos que me contactan conmigo es redirigirles a mi blog, no por nada, simplemente porque creo que aquí se reflejan mucho mejor mis inquietudes que lo que pueda hacer con unos cuantos correos, saben quién soy, que pienso, mis deseos, mis fantasías, muchas cosas que se me pasan por la cabeza y otras que me transmiten en esos intercambios de correo con aquellos que responden a mis contactos. Decisión errónea, el blog asusta por su “franqueza”, buena parte de esos potenciales contactos entienden (es muy posible que yo me exprese mal, no lo descarto) el blog como mis deseos al pie de la letra o lo que yo quiero realizar.

Pues bien, dejadme  aclarar desde estas mismas páginas que no, esto no es un “catecismo” ni todo lo que se dice aquí es de “obligado cumplimiento” para aquellos que consideren en algún momento la posibilidad de conocerme.  En muchos sitios digo que esto se debe “negociar” o hablar entre todos los integrantes del grupo, es decir, los tres.

Creo que es obvio que cuando se plantea una relación a 3 bandas, todas y cada una de esas “bandas” debe vivir la experiencia como algo positivo, y cada uno tiene sus gustos y sus limitaciones o su forma de ver este tema. No es obligatorio que la hembra deba tener un hijo con el macho que cuide el cornudo, no es obligatorio que el macho cobre por los servicios de la hembra puntualmente, no es obligatorio que el macho ofrezca a la hembra a sus amigos, tampoco es obligatorio que el cornudo deba limpiar con la lengua la vulva de la mujer mientras sale por ella el semen del macho, tampoco es obligatorio que el cornudo sea enculado ni por el macho, ni por un amigo de este ni por su mujer con un arnés.

No hay nada obligatorio, salvo que la experiencia deje patente quien es el macho, quien el cornudo y quien la hembra. Ya digo, creo que en el primer post describí varios tipos de “cornudos” a los que simplemente  diferencia la profundidad de la experiencia.

Las fantasías son eso, fantasías, posibilidades, que pueden o no llevarse a cabo.
Un ejemplo extremo que es la mejor forma de hacerse entender; según las estadísticas, un porcentaje sorprendente (buscaré el dato y lo incluiré) de mujeres fantasean con la violación, pero  alguien piensa realmente que en el caso de que una de estas mujeres sea violada de verdad lo disfrutará. Pues eso, todos habéis adivinado la respuesta.

Pensemos en una pareja principiante a la que se le dice el primer día que el corneador cogerá a su mujer y se la llevará a un club de intercambio donde se la ofrecerá a 5 para que se la follen mientras el macho mira como lo hacen, y el cornudo espera a la puerta. La respuesta obvia, especialmente de ella, será que no. Esto, o se le dice que se vista con liguero, corpiño, tacones  y sin bragas y que vaya a una determinada dirección donde la estará esperando el macho y un par de hombres más que pagarán “x” euros al macho por follarsela…

Al final todo tiene su recorrido, cada uno de nosotros tiene unos límites y aquí de lo que se trata es de avanzar a esos límites sin sobrepasarlos necesariamente, porque sobrepasarlos implica experiencia negativa y la experiencia debe ser excitante para los 3 miembros que la experimentan. Además, esos límites variarán con el tiempo a medida que se de la confianza suficiente y se vayan liberando tabúes. El propio término de “emputecer” da una idea de lo que quiero decir. Podríamos definir “emputecer” como hacer que una mujer se convierta en puta, y ahí está el tema; el “convertir”, que implica un proceso… Y a nadie se le escapa que ese proceso no es automático, que necesita tiempo, paciencia y constancia. Y que seguramente la primera experiencia ella este un tanto cohibida por la presencia del marido-cornudo, porque será la primera vez, pero quizá sienta una excitación que no pensaba que iba a sentir, aunque seguramente la contendrá y no se liberara de prejuicios. A medida que se libere de esos prejuicios será cuando vaya avanzando hacia ese “emputecimiento” del que hablamos.

Pero es que estos procesos son lógicos, y además, una de las partes más excitantes de toda esta experiencia, y de cualquier otra experiencia no necesariamente sexual

viernes, 14 de marzo de 2014

¿Y que se le exige al macho corneador?

Como en el caso del “contrato” existen o deben existir otras obligaciones o normas pero del macho. Es obvio, no deja de ser una relación en la que deben existir unas obligaciones y unos derechos, y de la misma forma que la pareja de cornudo y hembra tienes sus obligaciones que no son otra cosa que los derechos del macho, este debe tener unas obligaciones que son los derechos de la pareja.
Por lo que he visto, aquí hay una variedad más amplia ya que no todas las parejas exigen lo mismo, algo lógico si pensamos que la pareja son 2 personas con sus inquietudes, deseos y fantasías distintas.
Me he encontrado además, parejas donde la humillación al cornudo no la inflige el macho alfa sino la mujer del cornudo y el macho alfa simplemente “acompaña”, pero la carga de humillación la aporta la hembra.
Bueno, mi “colaborador” (espero que no se moleste por llamarle así pero creo que está aportando muchísimo en este blog y debe reconocerse de alguna forma)  también me ha provisto de lo que él y su zorra exigían a los machos que pretendían iniciar una relación con ellos. Obviamente, son sus exigencias, distintas de las del resto, así que intentaré desgranarlas por partes.
Lo primero de todo, obviamente, el macho debe ser atractivo, dotado (uf, aquí no es que falle yo, pero el que espere 22 cm ya puede pasar página, no me quejo de lo que tengo, pero no destaco por mi dotación, digamos que estoy por la media más o menos) y ser un macho real, dominante, que se imponga, no dude y sepa hacer.
A partir de aquí la cosa es “variopinta”, hay quien prefiere un macho casado o con pareja, quien lo prefiere sin pareja y a quien le da lo mismo. Si es cierto que los que he visto  “más comprometidos” con esta forma de vivir la sexualidad prefieren un macho sin pareja por varios motivos, primero por la disponibilidad y libertad de acción,  un macho con pareja estará condicionado en tiempo “y forma” por su pareja y/o familia, a menos, claro está, que la pareja de este conozca y consienta esta relación por parte del macho.  Mi “colaborador “me decía que sería irónico ser dominado por alguien que tiene que responder ante un tercero, y visto así no le falta razón.
También he encontrado a quien no le importaba, siempre y cuando pudiera llevar sus responsabilidades para con la pareja cornudo-hembra.
Y quien prefería un macho con pareja, probablemente motivado por la posibilidad de que surgieran implicaciones emocionales. Aquí también he visto ese grupo en el que realmente la pareja solo busca un macho que proporcione sexo a la esposa, pero dentro de los “cánones” establecidos, es decir, parejas donde el no puede atenderla a ella y recurre a la colaboración de un tercero.

Otro tema, el lugar de encuentro o lugares de encuentro. Me ha parecido bastante habitual que ofrecieran su propia casa salvo alguna excepción, no ponen límites a que el macho entre en su casa cuando  y con quien considere para hacer uso de sus derechos para con la hembra tanto estando presente el cornudo como no.
En otros casos los encuentros se producen fuera de su casa y solicitan algún lugar de encuentro que proporcione el macho, o bien hoteles, etc.
Y luego está el tema económico, porque lógicamente esto puede implicar unos gastos. Aquí también me he encontrado con todos los extremos, desde la pareja que exige que el macho corra con todos los gastos, hasta los cornudos que se ofrecen a pagar todos los gastos asumiéndolo como una parte más de la humillación que reciben. Y el término medio, es decir, que el macho corra con sus propios gastos y la pareja con los suyos. Hay quien pide que los “gastos especiales” (una lencería especial por ejemplo) se los costee el macho.
En definitiva hay una variedad amplia en casi todos los aspectos.
Y bien, ¿cómo lo veo yo?, obviamente como casado y con familia, y aunque me parecen lógicas y respetables las peticiones o exigencias de cada uno, entiendo que el tema de la pareja, tenerla o no tenerla, es una decisión personal de cada uno que no debería de condicionar la posible relación entre un macho y “su pareja”, alguno pensará que claro, como iba a pensar otra cosa, ¿no?.  Bueno, puede ser que esto influencie mi opinión, claro, y seguramente lo hará, pero es que no entiendo que tiene que ver una relación que en principio no es sentimental para condicionar una relación sentimental. Insisto,  yo soy parte implicada y estoy condicionado por ello así que no me extenderé más, cada uno tendrá sus razones para pensar como desee y exigir lo que crea necesario, tan validas como las de cualquier otro que opine lo contrario.

En cuanto al lugar de encuentro, bueno, creo que no hay nada que se pueda igualar a la situación en la que el macho alfa entra en casa del cornudo y su mujer con su propia llave, le dice a la mujer que se prepare y después allí mismo la posea ya sea delante del cornudo o no. Obviamente el lugar más propio es la cama del cornudo y su esposa. Lógicamente esto no es siempre viable ni posible, así que es una cuestión de adaptarse. Pero creo que nadie me negara, ni cornudos ni corneadores ni hembras, que esta escena probablemente sea el zenith de cualquier relación cornudo-cornaedor-hembra, si alguien imagina una escena en la que se exhiba más claramente el dominio del macho sobre la pareja y con mayor simbolismo, por favor, que me la cuente, que yo no la veo.

Y en cuanto al tema económico, pues no sé, entiendo que una relación como la que planteo tiene pocos gastos extra salvo como mucho el lugar de encuentro, dado que como casado, cenas pocas o ninguna y noches más o menos lo mismo, así que salvo cuando se toma algo o se va a algún lugar de encuentro que tenga algún coste, no hay mucho donde gastar.
Si es cierto que el hecho de que el cornudo lo pague todo puede ser es una humillación más, pero también es cierto que no se si un macho que no pague nada será un autentico macho o un aprovechado.
Yo creo que me inclino por el “pago a medias” es una forma de extraer el tema económico de la relación de forma que nadie sienta que está siendo utilizado económicamente, porque al final, no se trata de que nadie obtenga un beneficio económico o que se pegue la gran vida a costa del otro o los otros.
Pero bueno, he vuelto a irme por las ramas, que es lo que se le exige al macho, todo depende del tipo de pareja que te encuentres, va desde un simple “verraco” de la hembra en aquellas relaciones donde la humillación del cornudo la realiza la mujer, hasta ser el rol que se responsabiliza de la dirección completa de la relación. El abanico es muy amplio y los matices casi infinitos, así que es muy difícil establecer  un estándar.
La relación que a mí me gustaría experimentar, como mi propio blog se denomina es la de dominante corneador, es decir, la humillación del macho corre de mi cuenta y el “emputecimiento” de la hembra también, así que ya sabéis, acepto ofertas … :D
Soy novato, eso sí, así que no esperéis que el primer día todo salga maravillosamente bien.
Ah, y otra cosa que se me olvidaba y estimo de importancia capital, y es el respeto, Debe haber un respeto exquisito por parte de  todos

jueves, 13 de marzo de 2014

Fantasías de un corneador II o "el contrato"

Siguiendo con el tema de las fantasías o mejor, no tan fantasías, un “colaborador”, porque ya casi le considero como tal si él me permite llamarlo así, me hizo llegar algo parecido a unas normas, contrato, llamémosle como queramos, que seguramente expresan muchísimo mejor tanto la posición de cada uno, como las obligaciones y deberes.
Lo cierto es que esto, como le decía a este ilustre contertulio, me recuerda a los “contratos” que se hacen en el mundo bdsm, quizá por eso lo he titulado así.
Obviamente, esto deberá ser modificado o perfilado en función de cada situación, y le falta quizá algo de detalle, es como una “ley” que luego debe desarrollarse con la correspondiente “ley de acompañamiento” en la que se perfile y detalle cada “articulo” en función de los gustos, deseos, etc., de cada parte del “contrato”. Incluso es posible que haya “artículos” que no son “de aplicación” y deban eliminarse de la lista, en definitiva, esto serán unos principios básicos que deberán regir la relación.
Pero vamos con ellos sin tardanza:

  • El macho se hará cargo por completo de la sexualidad de la hembra. En el plano sexual el macho utilizara a la hembra como se le antoje, y su hembra deberá estar siempre dispuesta a complacerle en todo. Esta solo ha de hacer lo que le diga el macho y cuando lo diga. Si este considera que el cornudo no puede tocarla así debe de ser. Dependerá de los gustos y la indulgencia del macho.
  • El macho podrá y deberá exhibir y ceder, ya sea ante o a desconocidos o conocidos a su hembra, ya sea de forma individual o colectiva, ya sea de forma desinteresada o cobrando tributo por ello. 
  • Con el tiempo el macho establecerá la presencia o no del cornudo y sus diversas participaciones. Además el macho deberá humillar al cornudo tanto verbal como de hecho de forma continua y exigirá que se reconozcan sus ordenes como deseos propios del cornudo haciendo que las repita sin dudarlo en forma de petición o suplica. 
  • Como punto final y si la relación así lo establece la hembra premiara al macho dándole un hijo que deberá ser tutela y potestad de la hembra y el cornudo. La hembra podrá quedarse preñada del macho o de quien este designe para preñarla.


Creo que  aquí se sintetiza una relación cornudo-zorra-macho con total claridad y expresa perfectamente cuál es la naturaleza de este tipo de relación.
Es obvio de que el desarrollo de estos “mandamientos” requiere una relación estable y duradera, y me atrevería a decir que además requiere casi una relación a dedicación completa y me explico: muchos de estos principios difícilmente se pueden alcanzar con una relación  ocasional en la que los contactos son una o dos veces por semana, que es lo que yo puedo ofrecer o puedo dar a una relación de este tipo.
¿Por qué?, bueno, un ejemplo sencillo, si yo me responsabilizo de la sexualidad de la hembra es obvio que debería dedicarle algo más que dos ratos a la semana, a menos que la necesidad de la hembra sea menor, claro.
No sé, este tipo de cosas no meditadas lo suficiente me plantean serias dudas acerca de la posibilidad de llevar a buen puerto mis deseos. Lo meditaré seriamente, quizá deba variar mis “requisitos” o directamente abandonar el proyecto… La respuesta en breve….

miércoles, 12 de marzo de 2014

Fantasía y realidad visto por el corneador

Llevo unos cuantos días sin escribir nada, quizá porque no hay  grandes novedades acerca de mi búsqueda, pero si he tenido diversos contactos que me han aclarado muchas cosas y me han hecho cambiar algunas apreciaciones.
Básicamente todo rodea al post de fantasías, quizá es ahí donde se expresa especialmente mi visión de cómo debe ser una relación como la planteada.
Pues bien, alguien que ha leído ese post me ha ayudado a ver el otro lado y parece que la cosa no es lo que parece, de hecho ha realizado unas pequeñas modificaciones en el post comentado.
Empezare por mi propia apreciación, siempre he dicho, o al menos creo haberlo hecho, que en una relación de este tipo hay 3 personas que deben sentirse complacidas. Y me explico, esta persona me expresó claramente algo que, quizá por su obviedad, he dejado de lado, pero que al final es el núcleo de todo lo que se pueda desarrollar, y es que los tres deben vivirlo, disfrutarlo y gozarlo, y que las experiencias y fantasías deben ser positivas y placenteras para todos, en caso contrario, dejaría de tener sentido para al menos uno de los integrantes con la consecuencia lógica de romper la relación.

Si, lo sé, es obvio, pero cuándo pensaba en esas fantasías daba por asumidas una serie de cosas que no son reales o no tienen porqué serlo, quizá pensaba en un “modelo” de sumiso casi bisexual, cuando esto no tiene por qué ser así ni mucho menos. Y si me aclaró, o me "encendió la luz" de algo que yo ya había olvidado, y es la psicología, tan importante o más que la parte física o sexual pura.  ¿Por qué digo esto?, bien, el acto físico dura lo que dura (obviemos el chiste fácil...), pero lo importante tanto para unos como para otros es sentir el rol las 24 horas. Uno puede visitar a su hembra una vez a la semana y los tres sentirán esos roles durante la visita, pero lo importante es que ese sentimiento perdure sin necesidad de estar “metidos en harina”, quizá esto sea lo más difícil de todo y esto será responsabilidad exclusiva del macho alfa, es él quien tiene que hacer sentir al cornudo que lo es y a la hembra que la domina. Será su responsabilidad, puesto que es quien “domina”, procurar que cada integrante sienta aquello que espera y que le hace ser lo que es.

En consecuencia, creo que el macho será, como ya he dicho en algún lugar, un catalizador inicialmente, pero dicha figura deberá evolucionar necesariamente cargando poco a poco con la responsabilidad de hacer que todos se sientan complacidos. Se me ocurre que antes de comenzar una relación así hará falta algo más que un encuentro, hará falta mucha comunicación con la pareja antes de plantearse un encuentro sexual. O eso, o que la pareja tenga la paciencia suficiente como para asumir que su nuevo macho va a cometer errores y habrá que perdonarlos, siempre y cuando sean perdonables.

Y en cuanto a las fantasías, bueno, habrá que “reescribirlas” específicamente para cada pareja…, porque no olvidemos que el fin de esto no son las fantasías, estas son solo un medio y deberán adaptarse para conseguir el fin, que no es otro que conseguir que el cornudo se sienta un cornudo, la hembra se sienta una hembra dominada y el macho un corneador dominante.

jueves, 6 de marzo de 2014

Nuevas estrategias

Pues aquí sigo, buscando y buscando, parece que las posibilidades se hayan agotado, o no estoy transmitiendo mis deseos, o mis deseos no se corresponden con los deseos de las parejas que buscan alguna otra cosa distinta de la que ofrezco, o el “mercado” es tan reducido que ya he hablado con todos y ninguno me ha permitido “demostrar mi valía”.
Visto lo visto creo que voy a hacer un nuevo estudio de mercado, tengo la sensación que quiero llegar a la meta antes de aprender a correr, quizá deba primero empezar a experimentar con una pareja con menos “vicio”. Creo que quizá mi error es expresar todo lo que me gustaría experimentar sin ser consciente de que muy pocas parejas estarían dispuestas a determinadas prácticas, solo hay que echar un vistazo a mis fantasías para ver que hay cosas que no muchos cornudos estarían dispuestos a ofrecer por muy cornudos que sea.
Pero es que tampoco quiero encontrarme una pareja que realiza tríos, porque no estaría con un autentico cornudo y su esposa. Creo que voy a empezar a modificar mis propuestas, mis anuncios de contactos rebajando las expectativas, de forma que sean valorados quizá por parejas que se estén iniciando o lleven poco tiempo y que no hayan llegado al nivel de “perversión” que ofrezco o busco.
Al final, debo de entender que yo no soy la estrella de una relación como la que planteo, no al menos inicialmente, sino simplemente el complemento para realizar una serie de fantasías, son ellos las estrellas y yo simplemente el catalizador que las posibilita…
Esto es lo que pasa cuando uno se cree imprescindible desde el principio… Pero también es bueno tener estas curas de humildad de vez en cuando.
Claro que otra posibilidad es el “horario” del anuncio. Como os imaginareis, uso varios lugares donde publico mis anuncios, el principal usa un orden de presentación basado en la hora de introducción o renovación de los anuncios, quizá si modifico  las horas de publicación/renovación obtenga nuevas repuestas y nuevas posibilidades. Recordad que uno de los primeros post’s comentaba lo sorprendido que estaba de al cantidad e respuestas obtenidas, curioso que tras unos cuantos días ya no haya respuestas…
Estoy pensando que quizá es cosa del “mercado”, entendiendo como “mercado” el más puro binomio de oferta y demanda. Quizá la demanda de corneadores es más reducida de lo que estime en un principio en base a los contactos obtenidos y simplemente está distribuida a lo largo del día y dado que el orden en que se presentan los anuncios obedece a una ordenación puramente temporal, mis anuncios no lleguen a los potenciales interesados a partir de determinada hora. Porque claro, la demanda de corneadores es reducida, pero si la oferta es grande los anuncios del que suscribe después de pasadas unas horas salen en el lugar 100 como mínimo y nadie se lee 100 anuncios seguidos.
Creo que antes de modificar los anuncios tendré que hacer una estudio más en profundidad de los horarios de acceso de los potenciales interesados, y   como hacerlo ya es “secreto de estado” que no os voy a contar..., aunque si conoceréis los resultados.