Como en el caso del “contrato” existen o deben existir otras obligaciones o normas pero del macho. Es obvio, no deja de ser una relación en la que deben existir unas obligaciones y unos derechos, y de la misma forma que la pareja de cornudo y hembra tienes sus obligaciones que no son otra cosa que los derechos del macho, este debe tener unas obligaciones que son los derechos de la pareja.
Por lo que he visto, aquí hay una variedad más amplia ya que no todas las parejas exigen lo mismo, algo lógico si pensamos que la pareja son 2 personas con sus inquietudes, deseos y fantasías distintas.
Me he encontrado además, parejas donde la humillación al cornudo no la inflige el macho alfa sino la mujer del cornudo y el macho alfa simplemente “acompaña”, pero la carga de humillación la aporta la hembra.
Bueno, mi “colaborador” (espero que no se moleste por llamarle así pero creo que está aportando muchísimo en este blog y debe reconocerse de alguna forma) también me ha provisto de lo que él y su zorra exigían a los machos que pretendían iniciar una relación con ellos. Obviamente, son sus exigencias, distintas de las del resto, así que intentaré desgranarlas por partes.
Lo primero de todo, obviamente, el macho debe ser atractivo, dotado (uf, aquí no es que falle yo, pero el que espere 22 cm ya puede pasar página, no me quejo de lo que tengo, pero no destaco por mi dotación, digamos que estoy por la media más o menos) y ser un macho real, dominante, que se imponga, no dude y sepa hacer.
A partir de aquí la cosa es “variopinta”, hay quien prefiere un macho casado o con pareja, quien lo prefiere sin pareja y a quien le da lo mismo. Si es cierto que los que he visto “más comprometidos” con esta forma de vivir la sexualidad prefieren un macho sin pareja por varios motivos, primero por la disponibilidad y libertad de acción, un macho con pareja estará condicionado en tiempo “y forma” por su pareja y/o familia, a menos, claro está, que la pareja de este conozca y consienta esta relación por parte del macho. Mi “colaborador “me decía que sería irónico ser dominado por alguien que tiene que responder ante un tercero, y visto así no le falta razón.
También he encontrado a quien no le importaba, siempre y cuando pudiera llevar sus responsabilidades para con la pareja cornudo-hembra.
Y quien prefería un macho con pareja, probablemente motivado por la posibilidad de que surgieran implicaciones emocionales. Aquí también he visto ese grupo en el que realmente la pareja solo busca un macho que proporcione sexo a la esposa, pero dentro de los “cánones” establecidos, es decir, parejas donde el no puede atenderla a ella y recurre a la colaboración de un tercero.
Otro tema, el lugar de encuentro o lugares de encuentro. Me ha parecido bastante habitual que ofrecieran su propia casa salvo alguna excepción, no ponen límites a que el macho entre en su casa cuando y con quien considere para hacer uso de sus derechos para con la hembra tanto estando presente el cornudo como no.
En otros casos los encuentros se producen fuera de su casa y solicitan algún lugar de encuentro que proporcione el macho, o bien hoteles, etc.
Y luego está el tema económico, porque lógicamente esto puede implicar unos gastos. Aquí también me he encontrado con todos los extremos, desde la pareja que exige que el macho corra con todos los gastos, hasta los cornudos que se ofrecen a pagar todos los gastos asumiéndolo como una parte más de la humillación que reciben. Y el término medio, es decir, que el macho corra con sus propios gastos y la pareja con los suyos. Hay quien pide que los “gastos especiales” (una lencería especial por ejemplo) se los costee el macho.
En definitiva hay una variedad amplia en casi todos los aspectos.
Y bien, ¿cómo lo veo yo?, obviamente como casado y con familia, y aunque me parecen lógicas y respetables las peticiones o exigencias de cada uno, entiendo que el tema de la pareja, tenerla o no tenerla, es una decisión personal de cada uno que no debería de condicionar la posible relación entre un macho y “su pareja”, alguno pensará que claro, como iba a pensar otra cosa, ¿no?. Bueno, puede ser que esto influencie mi opinión, claro, y seguramente lo hará, pero es que no entiendo que tiene que ver una relación que en principio no es sentimental para condicionar una relación sentimental. Insisto, yo soy parte implicada y estoy condicionado por ello así que no me extenderé más, cada uno tendrá sus razones para pensar como desee y exigir lo que crea necesario, tan validas como las de cualquier otro que opine lo contrario.
En cuanto al lugar de encuentro, bueno, creo que no hay nada que se pueda igualar a la situación en la que el macho alfa entra en casa del cornudo y su mujer con su propia llave, le dice a la mujer que se prepare y después allí mismo la posea ya sea delante del cornudo o no. Obviamente el lugar más propio es la cama del cornudo y su esposa. Lógicamente esto no es siempre viable ni posible, así que es una cuestión de adaptarse. Pero creo que nadie me negara, ni cornudos ni corneadores ni hembras, que esta escena probablemente sea el zenith de cualquier relación cornudo-cornaedor-hembra, si alguien imagina una escena en la que se exhiba más claramente el dominio del macho sobre la pareja y con mayor simbolismo, por favor, que me la cuente, que yo no la veo.
Y en cuanto al tema económico, pues no sé, entiendo que una relación como la que planteo tiene pocos gastos extra salvo como mucho el lugar de encuentro, dado que como casado, cenas pocas o ninguna y noches más o menos lo mismo, así que salvo cuando se toma algo o se va a algún lugar de encuentro que tenga algún coste, no hay mucho donde gastar.
Si es cierto que el hecho de que el cornudo lo pague todo puede ser es una humillación más, pero también es cierto que no se si un macho que no pague nada será un autentico macho o un aprovechado.
Yo creo que me inclino por el “pago a medias” es una forma de extraer el tema económico de la relación de forma que nadie sienta que está siendo utilizado económicamente, porque al final, no se trata de que nadie obtenga un beneficio económico o que se pegue la gran vida a costa del otro o los otros.
Pero bueno, he vuelto a irme por las ramas, que es lo que se le exige al macho, todo depende del tipo de pareja que te encuentres, va desde un simple “verraco” de la hembra en aquellas relaciones donde la humillación del cornudo la realiza la mujer, hasta ser el rol que se responsabiliza de la dirección completa de la relación. El abanico es muy amplio y los matices casi infinitos, así que es muy difícil establecer un estándar.
La relación que a mí me gustaría experimentar, como mi propio blog se denomina es la de dominante corneador, es decir, la humillación del macho corre de mi cuenta y el “emputecimiento” de la hembra también, así que ya sabéis, acepto ofertas … :D
Soy novato, eso sí, así que no esperéis que el primer día todo salga maravillosamente bien.
Ah, y otra cosa que se me olvidaba y estimo de importancia capital, y es el respeto, Debe haber un respeto exquisito por parte de todos.