martes, 25 de marzo de 2014

Mis Requisitos como corneador

Después de haber contactado con mucha gente por correo, gente que ha leído este blog y como ya habéis visto en otros posts, creo necesario establecer que es exactamente lo que quiero o al menos, cuales son los mínimo exigibles para que me planteo al iniciar una aventura de este tipo.
Unas puntualizaciones antes de pasar a describirlos:
  1. Un primer punto a respetar por todos es el respeto mutuo, más allá del tipo de experiencia o relación al que se desee llegar, el respeto entre los integrantes de la experiencia debe ser exquisito, todos deben entender cuáles son los límites que no deben traspasarse. Por ejemplo ella debe sentirse la puta del macho, pero no una puta cualquiera.
  2. Siempre se respetarán los límites sexuales de cada integrante de la relación, estos deberán establecerse antes del comienzo de la relación de forma que sean conocidos por todos. Estos límites podrán variarse o reconsiderarse a petición de cualquiera de los integrantes y con el consentimiento de los implicados en su desarrollo.
  3. A estos puntos podrán añadirse otros bien desde el inicio o añadidos cuando la relación vaya avanzando a medida que se necesiten o se deseen. 
  4. En el caso de topar con una pareja novata consideraré que estos puntos no son de obligado cumplimiento inicialmente, aunque con el compromiso de la pareja de ir tendiendo a su cumplimiento paulatinamente. En cada caso hablaremos que puntos son de obligado cumplimiento desde el inicio y de cuales se irán incorporando paulatinamente.

Obligaciones del cornudo sumiso:
  • Debe ser, como digo, sumiso, debe ofrecerme a su mujer y renunciar a cualquier tipo de control sobre la sexualidad de esta, a partir del momento en que yo me erija en el macho alfa, le sustituiré en todo lo referente a la sexualidad de su mujer, el no podrá practicar sexo con ella salvo que yo lo autorice. 
  •  Será humillado continuamente, esto lo podré hacer yo o su mujer, las formas de humillación se tratarán entre todos a fin de que sean ajustadas a sus necesidades. Este punto es tan amplio que puede contemplar desde prácticas sexuales hasta humillación psicológica. Si hay un requisito que considero imprescindible, el cornudo deberá asumir que en diversas prácticas y encuentros que yo tenga con su mujer él no estará presente, o se le echara de la habitación o casa para que no asista al encuentro entre su  mujer y yo.
  • Como sumiso cumplirá mis órdenes sin rechistar y con total complacencia siempre que se encuentren encuadradas en el punto anterior. 
  • Un último punto: deberá disponer a su mujer tal y como yo le indique y será el responsable de llevarla allí donde yo le indique.
Respecto a la zorra sumisa:
·         A partir del momento en que tome posesión de mi categoría de macho corneador, pasaré a todos los efectos a ser considerado sexualmente como su marido, es decir, yo dispondré de su sexualidad a mi criterio.  Seré dueño de sus deseos y de su sexualidad, responsabilizándome que este cumplidamente atendida en este aspecto.
·         Mis derechos “sexuales” sobre ella no tendrán límite alguno, podre disponer de ella cuando, como y donde me plazca.
·         Podre ofrecérsela a quien considere oportuno o a quienes considere oportuno cuando, como y donde considere.
·         Aceptará de buen grado los deseos del macho corneador y los llevará a cabo según indicaciones de este.
·         En todo momento se someterá al corneador con la sumisión y obediencia debida, haciendo que este se sienta orgulloso de su zorra tanto en privado como delante de quien considere.
·         Será responsable junto con su marido de tomar las medidas necesarias de control de natalidad a fin de no quedar embarazada, a menos que se acuerde lo contrario.

Respecto al macho corneador:
·         Seré el responsable de hacer que en todo momento el se considere humillado y cornudo sumiso de la forma y con los limites que se estipulen en cada momento.
·         Seré el responsable de la sexualidad de la mujer, y como tal tomaré el control y dispondré de la misma con el fin de mantenerla atendida como corresponde y de exigirla lo necesario para que evolucione según mis gustos y deseos.
·         Seré el responsable de “emputecer” a la mujer de la forma que considere oportuno dentro de unos límites establecidos que se revisaran periódicamente.
·         Me responsabilizaré de que todas las relaciones sexuales con terceros se realicen con las debidas precauciones. Obviamente, las relaciones con el macho se realizarán sin protección alguna siendo el único que podre realizarlas de tal manera con la salvedad del cornudo cuando sea autorizado por el macho y con los límites que este le imponga.
·         Como punto final, me declaro heterosexual, es decir, en ningún momento contemplo la posibilidad de mantener relaciones sexuales con el cornudo directamente, aunque si es necesario, desarrollaré los recursos y fantasías suficientes y necesarias para que el cornudo se pueda sentir humillado sexualmente por el sexo opuesto.

Pues este es el catálogo de mínimos exigibles por mi parte, que debe ser completado con el de la pareja con la que comience esta relación.

lunes, 24 de marzo de 2014

Puntualizando

Lo cierto  es que este blog se creó con la idea de hacer ver quién era yo, que quería, mis inquietudes acerca de lo que para un neófito como yo significaba una experiencia como la que comento o trato de vivir.

Una de las cosas que suelo hacer con aquellos que me contactan conmigo es redirigirles a mi blog, no por nada, simplemente porque creo que aquí se reflejan mucho mejor mis inquietudes que lo que pueda hacer con unos cuantos correos, saben quién soy, que pienso, mis deseos, mis fantasías, muchas cosas que se me pasan por la cabeza y otras que me transmiten en esos intercambios de correo con aquellos que responden a mis contactos. Decisión errónea, el blog asusta por su “franqueza”, buena parte de esos potenciales contactos entienden (es muy posible que yo me exprese mal, no lo descarto) el blog como mis deseos al pie de la letra o lo que yo quiero realizar.

Pues bien, dejadme  aclarar desde estas mismas páginas que no, esto no es un “catecismo” ni todo lo que se dice aquí es de “obligado cumplimiento” para aquellos que consideren en algún momento la posibilidad de conocerme.  En muchos sitios digo que esto se debe “negociar” o hablar entre todos los integrantes del grupo, es decir, los tres.

Creo que es obvio que cuando se plantea una relación a 3 bandas, todas y cada una de esas “bandas” debe vivir la experiencia como algo positivo, y cada uno tiene sus gustos y sus limitaciones o su forma de ver este tema. No es obligatorio que la hembra deba tener un hijo con el macho que cuide el cornudo, no es obligatorio que el macho cobre por los servicios de la hembra puntualmente, no es obligatorio que el macho ofrezca a la hembra a sus amigos, tampoco es obligatorio que el cornudo deba limpiar con la lengua la vulva de la mujer mientras sale por ella el semen del macho, tampoco es obligatorio que el cornudo sea enculado ni por el macho, ni por un amigo de este ni por su mujer con un arnés.

No hay nada obligatorio, salvo que la experiencia deje patente quien es el macho, quien el cornudo y quien la hembra. Ya digo, creo que en el primer post describí varios tipos de “cornudos” a los que simplemente  diferencia la profundidad de la experiencia.

Las fantasías son eso, fantasías, posibilidades, que pueden o no llevarse a cabo.
Un ejemplo extremo que es la mejor forma de hacerse entender; según las estadísticas, un porcentaje sorprendente (buscaré el dato y lo incluiré) de mujeres fantasean con la violación, pero  alguien piensa realmente que en el caso de que una de estas mujeres sea violada de verdad lo disfrutará. Pues eso, todos habéis adivinado la respuesta.

Pensemos en una pareja principiante a la que se le dice el primer día que el corneador cogerá a su mujer y se la llevará a un club de intercambio donde se la ofrecerá a 5 para que se la follen mientras el macho mira como lo hacen, y el cornudo espera a la puerta. La respuesta obvia, especialmente de ella, será que no. Esto, o se le dice que se vista con liguero, corpiño, tacones  y sin bragas y que vaya a una determinada dirección donde la estará esperando el macho y un par de hombres más que pagarán “x” euros al macho por follarsela…

Al final todo tiene su recorrido, cada uno de nosotros tiene unos límites y aquí de lo que se trata es de avanzar a esos límites sin sobrepasarlos necesariamente, porque sobrepasarlos implica experiencia negativa y la experiencia debe ser excitante para los 3 miembros que la experimentan. Además, esos límites variarán con el tiempo a medida que se de la confianza suficiente y se vayan liberando tabúes. El propio término de “emputecer” da una idea de lo que quiero decir. Podríamos definir “emputecer” como hacer que una mujer se convierta en puta, y ahí está el tema; el “convertir”, que implica un proceso… Y a nadie se le escapa que ese proceso no es automático, que necesita tiempo, paciencia y constancia. Y que seguramente la primera experiencia ella este un tanto cohibida por la presencia del marido-cornudo, porque será la primera vez, pero quizá sienta una excitación que no pensaba que iba a sentir, aunque seguramente la contendrá y no se liberara de prejuicios. A medida que se libere de esos prejuicios será cuando vaya avanzando hacia ese “emputecimiento” del que hablamos.

Pero es que estos procesos son lógicos, y además, una de las partes más excitantes de toda esta experiencia, y de cualquier otra experiencia no necesariamente sexual

viernes, 14 de marzo de 2014

¿Y que se le exige al macho corneador?

Como en el caso del “contrato” existen o deben existir otras obligaciones o normas pero del macho. Es obvio, no deja de ser una relación en la que deben existir unas obligaciones y unos derechos, y de la misma forma que la pareja de cornudo y hembra tienes sus obligaciones que no son otra cosa que los derechos del macho, este debe tener unas obligaciones que son los derechos de la pareja.
Por lo que he visto, aquí hay una variedad más amplia ya que no todas las parejas exigen lo mismo, algo lógico si pensamos que la pareja son 2 personas con sus inquietudes, deseos y fantasías distintas.
Me he encontrado además, parejas donde la humillación al cornudo no la inflige el macho alfa sino la mujer del cornudo y el macho alfa simplemente “acompaña”, pero la carga de humillación la aporta la hembra.
Bueno, mi “colaborador” (espero que no se moleste por llamarle así pero creo que está aportando muchísimo en este blog y debe reconocerse de alguna forma)  también me ha provisto de lo que él y su zorra exigían a los machos que pretendían iniciar una relación con ellos. Obviamente, son sus exigencias, distintas de las del resto, así que intentaré desgranarlas por partes.
Lo primero de todo, obviamente, el macho debe ser atractivo, dotado (uf, aquí no es que falle yo, pero el que espere 22 cm ya puede pasar página, no me quejo de lo que tengo, pero no destaco por mi dotación, digamos que estoy por la media más o menos) y ser un macho real, dominante, que se imponga, no dude y sepa hacer.
A partir de aquí la cosa es “variopinta”, hay quien prefiere un macho casado o con pareja, quien lo prefiere sin pareja y a quien le da lo mismo. Si es cierto que los que he visto  “más comprometidos” con esta forma de vivir la sexualidad prefieren un macho sin pareja por varios motivos, primero por la disponibilidad y libertad de acción,  un macho con pareja estará condicionado en tiempo “y forma” por su pareja y/o familia, a menos, claro está, que la pareja de este conozca y consienta esta relación por parte del macho.  Mi “colaborador “me decía que sería irónico ser dominado por alguien que tiene que responder ante un tercero, y visto así no le falta razón.
También he encontrado a quien no le importaba, siempre y cuando pudiera llevar sus responsabilidades para con la pareja cornudo-hembra.
Y quien prefería un macho con pareja, probablemente motivado por la posibilidad de que surgieran implicaciones emocionales. Aquí también he visto ese grupo en el que realmente la pareja solo busca un macho que proporcione sexo a la esposa, pero dentro de los “cánones” establecidos, es decir, parejas donde el no puede atenderla a ella y recurre a la colaboración de un tercero.

Otro tema, el lugar de encuentro o lugares de encuentro. Me ha parecido bastante habitual que ofrecieran su propia casa salvo alguna excepción, no ponen límites a que el macho entre en su casa cuando  y con quien considere para hacer uso de sus derechos para con la hembra tanto estando presente el cornudo como no.
En otros casos los encuentros se producen fuera de su casa y solicitan algún lugar de encuentro que proporcione el macho, o bien hoteles, etc.
Y luego está el tema económico, porque lógicamente esto puede implicar unos gastos. Aquí también me he encontrado con todos los extremos, desde la pareja que exige que el macho corra con todos los gastos, hasta los cornudos que se ofrecen a pagar todos los gastos asumiéndolo como una parte más de la humillación que reciben. Y el término medio, es decir, que el macho corra con sus propios gastos y la pareja con los suyos. Hay quien pide que los “gastos especiales” (una lencería especial por ejemplo) se los costee el macho.
En definitiva hay una variedad amplia en casi todos los aspectos.
Y bien, ¿cómo lo veo yo?, obviamente como casado y con familia, y aunque me parecen lógicas y respetables las peticiones o exigencias de cada uno, entiendo que el tema de la pareja, tenerla o no tenerla, es una decisión personal de cada uno que no debería de condicionar la posible relación entre un macho y “su pareja”, alguno pensará que claro, como iba a pensar otra cosa, ¿no?.  Bueno, puede ser que esto influencie mi opinión, claro, y seguramente lo hará, pero es que no entiendo que tiene que ver una relación que en principio no es sentimental para condicionar una relación sentimental. Insisto,  yo soy parte implicada y estoy condicionado por ello así que no me extenderé más, cada uno tendrá sus razones para pensar como desee y exigir lo que crea necesario, tan validas como las de cualquier otro que opine lo contrario.

En cuanto al lugar de encuentro, bueno, creo que no hay nada que se pueda igualar a la situación en la que el macho alfa entra en casa del cornudo y su mujer con su propia llave, le dice a la mujer que se prepare y después allí mismo la posea ya sea delante del cornudo o no. Obviamente el lugar más propio es la cama del cornudo y su esposa. Lógicamente esto no es siempre viable ni posible, así que es una cuestión de adaptarse. Pero creo que nadie me negara, ni cornudos ni corneadores ni hembras, que esta escena probablemente sea el zenith de cualquier relación cornudo-cornaedor-hembra, si alguien imagina una escena en la que se exhiba más claramente el dominio del macho sobre la pareja y con mayor simbolismo, por favor, que me la cuente, que yo no la veo.

Y en cuanto al tema económico, pues no sé, entiendo que una relación como la que planteo tiene pocos gastos extra salvo como mucho el lugar de encuentro, dado que como casado, cenas pocas o ninguna y noches más o menos lo mismo, así que salvo cuando se toma algo o se va a algún lugar de encuentro que tenga algún coste, no hay mucho donde gastar.
Si es cierto que el hecho de que el cornudo lo pague todo puede ser es una humillación más, pero también es cierto que no se si un macho que no pague nada será un autentico macho o un aprovechado.
Yo creo que me inclino por el “pago a medias” es una forma de extraer el tema económico de la relación de forma que nadie sienta que está siendo utilizado económicamente, porque al final, no se trata de que nadie obtenga un beneficio económico o que se pegue la gran vida a costa del otro o los otros.
Pero bueno, he vuelto a irme por las ramas, que es lo que se le exige al macho, todo depende del tipo de pareja que te encuentres, va desde un simple “verraco” de la hembra en aquellas relaciones donde la humillación del cornudo la realiza la mujer, hasta ser el rol que se responsabiliza de la dirección completa de la relación. El abanico es muy amplio y los matices casi infinitos, así que es muy difícil establecer  un estándar.
La relación que a mí me gustaría experimentar, como mi propio blog se denomina es la de dominante corneador, es decir, la humillación del macho corre de mi cuenta y el “emputecimiento” de la hembra también, así que ya sabéis, acepto ofertas … :D
Soy novato, eso sí, así que no esperéis que el primer día todo salga maravillosamente bien.
Ah, y otra cosa que se me olvidaba y estimo de importancia capital, y es el respeto, Debe haber un respeto exquisito por parte de  todos